25 junio, 2014

como siempre.

Era noche de San Juan, 
hace tan solo unas horas, 
disfrutábamos de la noche en la playa,
tú estabas por cualquier parte de aquel sitio, 
y yo sin más intentaba observarte para que no pudieses sentirte incómodo. 
Cualquier excusa era buena para poder acercarme a ti, 
y abrazarte, 
y verte, 
y hablarte. 
Me resultaba demasiado especial aquella situación, 
no sé, 
simplemente no sucedía nada, 
pero estar en un lugar tan perfecto, 
con la compañía perfecta, 
lo hacía suficiente. 
Y el tiempo se me hacía demasiado corto a tú lado, 
¿y lo que me hubiese gustado pasar aquella noche contigo? 
¿y si todo hubiese terminado diferente? 
¿cuántas oportunidades me quedan hasta la definitiva? 
Cada vez te veo un poco más cerca, 
y no sé ya ni como reaccionar, 
todo me pasa más rápido, 
me encanta tu presencia a mi lado, 
y espero tenerla el tiempo suficiente como para que nunca te vayas. Y al final, te has convertido en alguien simplemente esencial en mi ser, 
y te espero, 
te espero en algún punto de mi vida y en alguno de la tuya, 
sin que lo sepamos, 
pero aquí estaré, 
creeme, 
no puedo perder la esperanza de algo que estas creando, 
gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario