Despierto, el reloj marca las O8:23, otro día más, 7 de noviembre del 2O13 por lo que veo en mi calendario. Cojo el móvil, unos cuantos whatsapp pero ninguno que merezca la pena, total quien yo quiero que me de los buenos días, ya no esta. Dejo el móvil, malgasto mi tiempo teniéndolo en mi mano. Me levanto, con menos ganas que ayer, me pongo ese nuevo uniforme que llevo desde septiembre, ese que me va a recordar que voy a un colegio donde me hacen sentir como la mierda que soy desde que entro, hasta salir de alli. Bajo, ni desayuno, hace tiempo que no lo hago, no tengo porque cambiar mi hábito, me lavo los dientes y me dispongo a irme.
He llegado y ya me dan ganas de echarme a llorar, ganas de gritar, de empezar a romper todo lo que se me apareciese por el camino, a matar personas que no merecen vivir. Odio ese lugar. Las clases pasan sin querer pasar, y solo el sentimiento de culpa de seguir viviendo me hunde. Me quedo embobada y empiezo a traer a la memoria recuerdos de hace unos meses, me suena ver en alguna que otra foto que sonreia y si mal no recuerdo, esa sonrisa era verdadera, que triste. Me pongo a recordar que yo supe amar y que dudo que en demasiado tiempo, si no se me acaba, lo volveré a hacer, noto como el cuchillo que he tenido cincuenta mil veces marcado en mis muñecas me atraviesa el corazón, creo que ese daño fue el que me hicieron al apartarse de mi, aunque eso dolió más. Sin notarlo, las lágrimas estan esparcidas por mi mesa y todos me estan mirando y rumoreando ciertas posibilidades de mi tristeza en grupos.. Miro a los lados y otra vez, esos malditos vértigos, salgo corriendo de clase, no aguanto más alli, necesito ese apoyo, cada vez me dan más ganas de dejarlo todo, es dolor, joder, es dolor y nadie quiero que haga nada para mejorarlo. Estoy en el baño, me encierro y me sitúo ante el water, recuerdo esta ocasión, empezó hace seis meses, putos comentarios que me han hecho estar echa pedazos. Cuando me dispongo a salir me tropiezo con tres personas a las que opto por empujar ya que odio que esten encima mia. Me largo, no quiero seguir aquí. Me voy del colegio, se acabó mi día por hoy, y pensando, tengo psicólogo esta tarde, el día no puede ir peor. Solo lloro y lloro, mi respiración no puede dar más de si, esta agotada, por lo que me mareo, como de costumbre, solo vengo para dar disgustos. Cuando ya ha pasado mi tarde, me acuesto en la cama con el objetivo de no levantarme nunca más, lo deseo cada día y repetir 'No despiertes nunca más' cada cinco segundos. Mi cuarto ha sido invadido por mis bandas sonoras favoritas y es momento de que todos los de mi alrededor mueran, asi que empiezo a gritar, tan fuerte que ni me escucho, empiezo a llorar y a reventarme los nudillos contra la pared, me insulto, nunca me he insultado tanto pero siempre habrá ocasiones peores y finalmente, acabo rendida. Cada vez estoy más en el fondo, ya ni veo la luz. Acostada, ya no siento, soy inmune, al dolor que llevo recibiendo este tiempo o que me han hecho, al rechazo de ser aceptada durante unas horas o al fracaso de persona que soy. Ya no siento, simplemente, ya no estoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario